Cordyceps militares, medicina silvestre al sur de España
Una aventura junto a Beli Casillas fundadora de Micotime
Mycomaker enero 2022
El año 2022 estuvo lleno de aventuras inéditas. Comenzó en Europa, donde viví por unos cuantos meses en España y luego en Portugal. Junto a mi esposa hicimos viajes cortos a Holanda, Suiza, Francia e Italia. Quienes siguen de cerca a Mycomaker, sabrán que viví en España y Portugal desde diciembre 2021 hasta agosto 2022. Con mucha emoción afronté este cambio temporal, y con intensidad me dispuse a descubrir todo lo que pude en el viejo continente. Es así como comenzamos por enero…
En ese momento me encontraba en el sur de España junto a mi amiga Beli Casillas, la fundadora de Micotime, un proyecto que se dedica al cultivo de hongos, al micoturismo y la producción de micomateriales. Beli reside en Cortes de Terraza, una ciudad bonita que me mostró antes de adentrarnos en el campo. A pesar de la sequía en la temporada, Beli me llevó al Parque Natural Los Alcornocales, donde usualmente se encuentran muchos hongos comestibles. Me había mencionado sobre la presencia de Cordyceps militaris, pero como todo estaba muy seco, no tenía muchas esperanzas de encontrarlos.

Unas fotos con Beli y su refrigeradora, el paisaje y Micotime.
Dentro del bosque, conocí sobre la industria del corcho, cuyo árbol es conocido como alcornocal (Quercus suber) y de un compañero del árbol de corcho que es indeseable, una oruga venenosa que causa mucho dolor a quienes sin quererlo la tocan. Se trata de Lymantria dispar, la oruga de una mariposa que lejos de dolor, nos traería mucha emoción e historias en este pequeño viaje.

En el punto Rojo está ubicado Cortes de la Frontera
Me había quedado atrás recogiendo lo que todavía del famoso hongos Chanterrelle, trompetas doradas, esta zona era conocida por la asociación de micorrizas con los árboles Quercus. También encontramos Lactarius. De repente Beli gritó a lo lejos:
- ¡Que los he encontrado!
- ¿Qué encontraste?
- ¡Esos que te gustan tanto!
- Mmm… Psilo? – pensé.
- …

Varios hongos interesantes y un árbol de corcho previamente cosechado
Beli había encontrado el primer espécimen de varios Cordyceps militaris que encontraríamos ese día.
Lo primero que hice fue escribirle a Tatiana Sanjuan, enviarle las fotos y describirle la escena. Claramente era C. militari, y Tatiana me lo confirmó enseguida. Tomamos muchas fotos y videos de cómo los colectamos. Estaba creciendo en la pupa (estadio temprano de las mariposas) de Lymantria dispar.

Varios especímenes de Cordyceps militaris encontrados en una misma zona del bosque bajo pinos.
Para colectar Cordyceps, hay que tener en cuenta que son muy delicados y su cuerpo “estroma” se puede separar fácilmente de su hospedero (pupa en este caso). Un estroma de Cordyceps sin hospedero es como una playa sin sol o un cultivador de hongos sin cepas. Algo incompleto, inútil hasta triste😔, así que mucho cuidado al sacarlo.
Para recolectar el hongo, es importante contar con una buena navaja que permita clavarla en el suelo con una distancia prudente al fruto, considerando la profundidad necesaria. Una vez clavada, se debe remover el suelo con suavidad y, si es necesario, clavar la navaja en diferentes direcciones antes de extraer el espécimen. Una vez fuera, es recomendable limpiar el hospedero y explorarlo para identifica el hospedero y abrir el camino para la identificación del hongo. Esta tarea puede ser complicada, ya que el micelio del hongo ha devorado en gran parte el hospedero y muchas veces pierde su forma original. En ocasiones, se pueden notar fragmentos de segmentos, patas, alas o incluso ojos que permiten distinguir, al menos, el orden taxonómico del hospedero.

Fotografías de Cordyceps militaris y Beli mientras hacía microscopía.
Beli entendía claramente mi emoción por encontrarlos. A este hongo, tiene una apariencia similar a los Chetos, se le han descubierto propiedades para promover la energía corporal, el sistema inmunológico y el apetito sexual o lívido. Cordyceps evita el cansancio y aumenta la capacidad pulmonar (Chen et al, 2010). En modelos biológicos animales se ha comprobado el aumento de la producción y calidad de esperma (Chan et al, 2008). Además, se ha encontrado que la Cordicepina es capaz de inhibir la expresión de Quinasas, involucrada en el aparecimiento y desarrollo del cáncer (Khan et al, 2022). Ahora, ¿cómo se cultiva C. militaris? Con la información que tenemos hoy en día, no resulta tan complicado, sin embargo, se recomienda experiencia previa en cultivo antes de emprender el cultivo de este hongo. Ya que su alimento en la naturaleza no es madera, como en mayoría de los hongos comestibles cultivados, C. militaris crece en diferentes estadios de lepidópteros (mariposas) vivos. Por ende, pueden ser cultivados directamente sobre pupas como es el caso de MycoSpring desde Vietnam, que en este video nos enseña un desarrollo de 45 días después de haber inyectado micelio dentro de las pupas.
Más cercano a nuestra bella región, tenemos el caso de @Cordycol_colombia, que los comercializa cultivados en pupa, lo cual permite aumentar la concentración de Cordicepina. Si estás en Colombia, puedes preguntar por su promoción 3×2. A pesar de esto, lo más común es cultivarlos en sustratos formulados con arroz y suplementos, como es el caso de la fórmula de William Padilla-Brown, que comparte a detalle (ahora de forma gratuita) en el volumen 2 de su “Cordyceps cultivation HandBook”. Otra excelente referencia es su video junto a NorthSpore, en el que a partir del minuto 6:50 explica a detalle su formulación.
Encontrar este hongo de manera espontánea fue realmente emocionante y mágico. Agradezco mucho a Beli por darse el tiempo de guiarme de forma personal por su región. Si algún día pasan por el sur de España, no duden contactarle en @micotime.
Nos vemos pronto para explorar las aventuras micológicas que tuvimos en febrero 2022.